Al salir la cabra del establo encargó a su hijo del cuidado de la casa , advirtiéndole el peligro de los animales que andaban por los alrededores con intención de entrar a los establos y devorar los ganados.
No tardó mucho en llegar el enemigo:¡Un lobo horrible, amiguitos míos, un lobo!, que imitando la voz de la cabra llamó cortésmente a la puerta para entrar.
Al mirar el cabrito por una rendija vio al feroz carnicero y, sin intimidarse le dirigió el siguiente discurso:
-Bien sé que eres nuestro mayor adversario y que, imitando la voz de mi madre, marcharte, odiado animal, que no seré yo quien te abra la puerta.
Sigue el consejo de tus padres
y vivirás feliz toda la vida.
FIN
SEGUNDO CICLO VISITA LA LAGUNA...
Hace 7 años
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